Cuida tu reputación online

Nadie duda ya de la repercusión y el enorme calado que tienen las redes sociales en nuestra vida diaria, llegando a condicionar a veces muchos de nuestros comportamientos cotidianos, ni tampoco el hecho de que marcas y empresas han visto resueltas con ellas muchas de las trabas a la hora de acercarse hasta (casi) cualquier target específico.

Precisamente son los negocios los más interesados en medir su reputación en el social media para mejorar y estar más cerca de las necesidades de sus clientes, pero ¿qué ocurre con el ciudadano de a pie?, ¿mide el impacto de su presencia en las redes sociales?, o mejor planteado ¿cuida su reputación online?

Aunque creas que es una banalidad, lo que internet dice de cualquiera de nosotros es motivo más que suficiente como para crear un retrato, equivocado o no, de nuestra vida. Aquella bitácora que supuso tus comienzos en la blogosfera y en la que te expresabas como querías y sin pensar mucho en las consecuencias, los comentarios fuera de tono (con o sin razón) vertidos con insistencia  -y sobre determinados temas-   en publicaciones digitales, escribir constantemente con una mala ortografía,  incluso poseer cuentas en las más conocidas redes y no participar de ellas, o no tener apenas amigos/seguidores en ellas, etc. , cualquiera de estas causas puede ser motivo más que suficiente como para que seas descartado/a para un puesto de trabajo.

¿Por qué? te preguntarás; sencillamente porque se da por hecho que «existir» en internet es hacerlo de manera paralela a como lo haríamos en nuestra vida real, por ello si nuestra trayectoria digital es complicada y está salpicada de contratiempos, si nos granjeamos enemistades allí por donde pasamos, si demostramos poca tolerancia o comportamientos poco comedidos, si descuidamos la ortografía, la educación o a nuestros amigos en la red ten por seguro que nos estamos ganando a pulso ser considerados personas no aptas para desempeñar trabajos en los que se requieran discreción, dedicación, sociabilidad, sentido común, fuerza de voluntad, en definitiva, dejaremos de ser considerados responsables e idóneos por mucho que nuestro historial académico se afane en lo contrario.

Por todo ello, no restes importancia a la valiosa referencia que puede ser la red para conocer un poco más de ti, respeta tu otra «casa» y a aquellos con los que te relacionas, no dejes de ser tú mismo/a pero emplea el sentido común de la misma forma en que lo usas para tu día a día y en tu mundo «real». Saldrás ganando en muchos aspectos.